sábado, 31 de marzo de 2012

Alimentar la Fantasia Creativa

 
Taller de  Edu Arhat  Colombia

"It will be so much  better for later life if the child can retain as much living power of creative fantasy as possible througout his development"
From: "Childhood, a study of the growing child"  Caroline von Heydebrand.

"Sera muchisimo mejor para la vida futura  si el nino puede retener lo mas posible del poder vital de la fantasia creativa a lo largo de su desarrollo:
Del libro: "Childhood, a study of the growing child"  Caroline von Heydebrand.

martes, 13 de marzo de 2012

reflexion sobre la memoria


Desde hace un tiempo se habla de memoria como un proceso casi “mandado a recoger” quizas por el desgaste que se hizo de ella  en los sistemas educativos  usándola como el casi único medio para llegar al conocimiento.

Sin embargo he aquí algunas reflexiones interesantes de Steiner en el libro que estábamos revisando “ La Educación del Niño”:

"Así como el párvulo recibe de su organismo anímico la estructura de la lengua, sin necesidad de conocer intelectualmente las leyes que rigen su formación, asimismo el escolar, para el cultivo de su memoria, ha de aprender cosas cuya captación intelectual no alcanzara sino hasta mas tarde. Incluso puede afirmarse que, lo que a la postre, mejor se capte conceptualmente, sera lo que previamente haya quedado apropiado por la mera memoria en ese periodo”

Mas aun, Steiner enfatiza en como puede ser contraproducente apelar excesivamente al intelecto en este periodo, puesto que el intelecto como tal nace en la pubertad y hasta entonces es mejor no ejercer influencia externa.

“ Que el niño primero acumule en la memoria los tesoros sobre los que ha reflexionado la humanidad; después llegara la hora de penetrar conceptualmente en aquello que primero se haya grabado en la memoria. Allí no basta con que solamente se retenga en la memoria lo previamente comprendido sino a la inversa, debe comprender lo que ya sabe...”

miércoles, 29 de febrero de 2012

Sobre cómo facilitar el diálogo con los niños y jóvenes




Cualquier actividad que se realice con niños o jóvenes, exige del facilitador una actitud muy abierta y de escucha total, esa escucha que incluye todos los sentidos (los físicos y los sutiles) y mas allá. Incluye la disposición amorosa a “recibir”, “acoger” y “contener” lo que viene del niño. No es ni siquiera “entender” al niño, eso implica un proceso racional y de juicio y aquí se trata precisamente de evitar el juicio, el dar categorías, explicaciones o razones a lo que hace o no hace el niño, se trata entonces de esa actitud abierta y receptiva donde lo que viene del niño ES, es así y si necesita una orientación, una contención particular, una aceptación, solo lo puede indicar esa intuición que se desarrolla cuando se esta en la posición de “recibir”, “acoger” y “contener”.

Un niño que se siente acogido y aceptado tendrá menos comportamientos “inadecuados” frente a si mismo y a los demás Cuando en circunstancias particulares pueda tener estos comportamientos que por hacerle daño a si mismo o a sus compañeros necesitara de mas acogida y sobretodo de contención de parte del facilitador. Alguien que amorosamente le haga sentir que hay un limite, que alguien lo acoge y le ayuda, que no esta perdido en su angustia y en su no saber que hacer o como hacerlo, que en general son las verdaderas motivaciones por las cuales -en la mayoría de los casos- los niños se comportan “inadecuadamente”.

Lo que expresa (independientemente que este bien o mal según nuestro juicio) es lo que tiene dentro y lo que ha recibido del medio, así que cuando es necesario ayudarle a modificar una actitud o comportamiento es posible hacer acuerdos o tratos con ellos, donde se establece claramente el comportamiento que se espera de el/ella y el limite que no se puede sobrepasar y frente al cual habrá unas consecuencias también definidas.

El análisis y la razón, entran, como entra el entendimiento, pero posteriormente, en un proceso de autoanálisis y observación de la situación y de aprender de los procesos que se viven, y sobre todo no con respecto al niño, sino con respecto al comportamiento, al proceso, a la actividad, a la dinámica, a la situación, así evitamos un juicio personal.

Hablarles, recibir, acoger o contener, muchas veces no requiere de palabras, se necesita tan solo observarle admirando y aceptando ese ser, una sonrisa, una atención a lo que para el/ella es importante o como se siente. Cuando sea necesario hablar o preguntar – y ciertamente lo es muchas veces para ayudar nuestra no tan desarrollada intuición- el acercamiento ha de ser desde su mundo, ese mundo donde lo importante es el sentir, el experimentar, la fantasía y mucho mas adelante (estamos hablando ya de adolescentes) la razón de ser.

Preguntas que ayudan a buscar en si mismo y revisar la experiencia o lo vivido pueden ser:
  • Que sentiste cuando hacías ….?
  • Como se siente cuando estas … (una emoción o desarrollando una actividad)?
  • Como fue la experiencia?
  • Que paso cuando ….?
  • Que te parece …. ?
  • Que crees de … esta actividad?
  • Cuéntame un poco que paso...
  • Dame un ejemplo de lo que es ….
  • A ti que te parece...?
Y como decíamos, mas adelante entran preguntas que involucran la razón, pero aun allí es importante dirigirlas y enfocarlas adecuadamente para abrir posibilidades y no cerrarlas o condicionarlas y es muy importante acudir a lo que sintieron, como lo sintieron, a que se refieren con …. que les parece …. y evitar a toda cosa el tan utilizado “Por que?” una pregunta que obliga a intelectualizar a dar una razón, a tener que quedar bien, por lo tanto lo que obtendremos sera solo el resultado de eso y no del proceso interno que vive el chico/a.

Cuando en las dinámicas ya actividades queramos recoger sus ideas, vivencias, sentimientos u opiniones, busquemos con antelación la pregunta, así podremos generar procesos profundos y de verdadero aprendizaje, en ves de solo justificaciones o clichés

Una buena pregunta es aquella que promueve buenos procesos”

Ana Maria Vargas